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El Huis
  Marseille Museo voor Fotografie de Amsterdam (Casa Marsella, Museo de
  Fotografía) está en la misma calle que el mítico museo FOAM, a unos 15 min a pie
  y es el complemento ideal para un día de fotografía total. 
Está situado en la Casa (Huis) Marsella del
  siglo XVII y en 2013 fue ampliado con la casa vecina, con lo que ahora tienen
  14 salas, manteniendo el aspecto decorativo original, paredes, chimeneas,
  ventanas…lo cual es un contraste muy atractivo con la fotografía
  contemporánea que se exhibe. 
Se trata de una fundación privada, con una
  buena colección de obras de fotógrafos holandeses, sudafricanos y japoneses
  principalmente. Dicha colección no se expone permanentemente por motivos de
  conservación, pero si forma parte de sus exposiciones temporales. El
  funcionamiento del museo y sus espacios recuerdan mucho al vecino FOAM,
  colgando no menos de 3 exposiciones simultáneas, que se renuevan cada 3
  meses. Apuestan principalmente por fotografía contemporánea, yo pude ver en
  2017 una retrospectiva de Andrés Serrano y en 2018 una colectiva de
  fotografía Japonesa “A beautiful moment”, aunque también exponen trabajos más
  clásicos como “Ceylon” de Lionel Wendt en 2017. 
En su web hacen la siguiente declaración de
  intenciones del museo: “¿Cómo desarrollan los fotógrafos un nuevo lenguaje
  visual que sea relevante para la naturaleza artística de la fotografía, pero
  que también se refleje en este momento? Esa es la pregunta que es central
  para Huis Marseille, y que informa el programa de exhibición y las
  adquisiciones de colecciones.” 
Documentan muy bien sus exposiciones, mejor
  que el FOAM, ya que editan tríptico de cada una, y en ocasiones publican
  catálogo. 
La visita es realmente memorable, paseando
  por un laberinto de salas distribuidas en 4 plantas, con un jardín romántico
  y sombrío que es una delicia y que tiene una sala en un porche al fondo (ojo,
  suele pasarse desapercibida), y que además tiene una excelente biblioteca
  pública, que es un buen lugar para hacer una pausa y descansar. 
Al final nos espera una buena
  librería-tienda con una excelente selección de libros de fotografía. 
Resumiendo: un museo maravilloso que
  compite en belleza del edificio y contenidos con su vecino FOAM. Uno se pregunta como una
  ciudad tienen dos espacios tan importantes y cercanos y otras no tienen nada.
  Viva Amsterdam ! 
 
Calificación:***/*** | 
muchas gracias por compartirlo
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