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Fachada del museo |
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Entrada a la exposición de Koldo Chamorro |
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Expo Koldo Chamorro: Distribución en capillas |
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Una de las fotografías más conocidas de Chamorro en primer término |
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Visita guiada del comisario Clemente Bernard |
| El Museo de Navarra es un museo público del Gobierno Foral que custodia y expone patrimonio arqueológico y una colección de Bellas Artes. Las colecciones del Museo de Navarra tienen sus orígenes en los fondos recogidos por la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra, constituida en 1844 con la finalidad de salvaguardar el patrimonio navarro.
Se encuentra situado en un antiguo hospital medieval, en el casco antiguo de Pamplona, junto a las murallas, detrás del ayuntamiento.
Lo traigo a este blog porque desde hace tiempo muestran una apuesta clara por la Fotografía de dos formas fundamentales. Por un lado mediante la adquisición de copias para su colección y que en parte se exponen permanentemente, intercaladas entre obras pictóricas, al mismo nivel de categoría, lo cual dignifica nuestro medio de manera casi única, ya que son muy pocos museos los que lo hacen así. Y por otro lado, mediante la organización de exposiciones temporales dedicadas a fotógrafos navarros.
Es el caso de la magnífica exposición actual con un proyecto de Koldo Chamorro "El Santo Christo Ibérico", magistralmente comisariada por su colega Clemente Bernad y que después del parón sanitario, vuelve a reabrir sus puertas en día 2 de junio.
Se trata de un proyecto que el propio Chamorro tenía muy avanzado, que lo fue recopilando a lo largo de 25 años, pero que no llegó a verlo expuesto en vida. Así lo explica el comisario:
“En 1974, Chamorro comenzó El Santo Christo Ibérico, planteándolo como un gran proyecto monográfico; una reflexión visual sobre los distintos aspectos de las liturgias y manifestaciones cristianas de la Península Ibérica, así como sobre la presencia de la cruz cristiana en nuestro paisaje social. El autor dio por finalizado este proyecto al celebrarse el Jubileo católico del año 2000.”
El montaje expositivo es muy acertado simulando un viacrucis, en espacios separados a modo de capillas.
Se trata sin duda de una gran exposición, homenaje merecido a un fotógrafo fallecido en 2009, y que todo el mundo recuerda con cariño. La exposición que posteriormente viajará a PhotoEspaña viene acompañada con la edición de un catálogo magnífico que sin duda este proyecto merecía.
Esta exposición es por tanto, una excelente ocasión para conocer el Museo de Navarra.
Calificación **/***
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